Antes de entrar en EF Academy, Matei estudiaba en una escuela rumana con un plan de estudios limitado. Después de entrar en EF Academy, conoció a una comunidad diversa de estudiantes de diferentes países y culturas, lo que amplió su perspectiva y le enseñó a ser más abierto de mente.
La Academia EF también le proporcionó acceso a una amplia gama de actividades extracurriculares, como el Modelo de Naciones Unidas, el club del anuario y el club de voluntariado. Estas actividades le ayudaron a desarrollar sus habilidades de liderazgo y trabajo en equipo y le permitieron perseguir sus intereses y pasiones.